Una Boda en trajinera

Xochimilco, con sus canales llenos de color y vida, fue el escenario perfecto para una boda que quedará grabada en la memoria de todos los que tuvimos el privilegio de ser parte de ella. Desde el primer momento, supe que este día sería único: el amor de Christian y Andrea se mezcló con la magia de este lugar icónico, creando una experiencia inolvidable. La ceremonia, en la imponente Parroquia de la Esperanza, fue solo el comienzo. Después, llegó el momento más esperado: un paseo en trajinera por los canales de Xochimilco. Las risas, los brindis y los abrazos se mezclaron con el sonido del agua y la música de mariachi, creando una atmósfera llena de alegría y emoción. Esta boda fue un recordatorio de que los momentos más especiales simplemente suceden. Y mi trabajo es estar ahí, listo para capturarlos y convertirlos en recuerdos que durarán para siempre.